Cuando se habla de Sensualidad, las curvas de la mujer se plantean como una de las imágenes de mayor atracción para los hombres. Sin embargo, esa definición de «curva» ha cambiado mucho a lo largo de los años, pasando de redondeces a rectitudes y viceversa. Pero si ha habido una prenda que siempre ha buscado realzar esa sensualidad, ha sido el corsê (o corset), utilizada a lo largo de la historia para estilizar y moldear la figura femenina.
¿Quién no se acuerda de Scarlett O’Hara agarrada a la cama mientras su mammy le apretaba el corsê?
Existen múltiples modalidades en función e su forma, tamaño y su complementación con liguero, pero aunque en muchas ocasiones los denominados con la misma palabra, muchas veces hablamos en realidad de tops o bustiers, que son más cortos y flexibles y que se encargan de realzar pero que no modifican la sillueta.
Un poco de Historia sobre el Corsê
Su historia se remonta al siglo XVIII cuando las damas de la corte francesa lucían pomposos vestidos metidos en cintura y voluptuosos escotes, escoltados por rígidas espaladas que apenas les permitían moverse.
A medida que la mujer ha ido afianzando su poder en la sociedad, la lencería se ha vuelto mucho más sexy y seductora. «El regreso del corsê se debe a la voluntad de la mujer de expresar y reafirmar su feminidad. Hoy, la mujer no se encorseta por imposición sino por voluntad propia».
El nuevo aire de la sensualidad
La mujer que se viste de corsê tiene carácter y una fuerte personalidad. Habrá mujeres, las más feministas, que no vean con buenos ojos la instalación del corsé en el armario femenino, pero es innegable que esta prenda desprende sensualidad, además de hacer un guiño al fetichismo y a la sexualidad.
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Mi Espacio Secreto 
Me parece más bonita una mujer con curvas, rellenita de carne que uno pueda agarrar, algunas capas de grasa tan naturalmente necesarias. Y deberíamos dejar de lado esos modelos impuestos por la televisión y la moda, porque es que las mujeres reales, sus madres por ejemplo tienen ese ‘adorno’ especial que como medallas de guerra y batallas bien libradas les cuelgan a veces del cuerpo.
Triste es que varios hombres también se dejen convencer por una idea plástica, eso denota la capacidad personal de ser influenciados, por eso cuando viene una mujer sin nada en su cabeza pero mucha cirugía por explotar, logran darles tres vueltas y hacerlos babear. Sí, incluso ellas, las que están totalmente operadas para cumplir con los estándares impuestos socialmente suelen ser más inteligentes que ellos, porque al menos ellas tienen claro lo que quieren y saben cómo sacarle provecho a la estupidez impuesta a través de medios masivos de comunicación.
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El origen del corsé se sitúa en el año de 1.700 A.C., cuando las habitantes de la isla de Creta lo utilizaban para destacar su cuerpo levantando los senos de tal manera que se mostraran por fuera de su ropa. Pero otras civilizaciones como por ejemplo las griegas y romanas también lo utilizaban, pero para reducir el tamaño del busto.
Su utilización también extendió del siglo XV hasta la época Victoriana, cuando este invento, que para muchas era incomodo, se elaboraba especialmente a la medida de quienes lo solicitaban.
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Las curvas de corse son las curvas más sensuales y eróticos alguna vez conocidas. Era muy excitante cuando los hombres observaban una mujer que usaba corsé. A nosotras nos gusta mas los masajes eroticos y tenemos las mejores manos de toda España para te aplicar un buen masaje erótico.
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